Inmigración y racismo en las primeras novelas policiales chilenas
Contenido principal del artículo
Resumen
Las primeras novelas policiales chilenas negocian un contradiscurso hacia las políticas públicas de inmigración del Estado chileno, polemizando con la situación de colonos ofrecida a los europeos en el territorio nacional. Los italianos son presentados como una comunidad cerrada, en la cual circulan el dinero, el cuerpo y el crimen, por lo que su presencia no traería beneficios para el país. Desprestigiado el inmigrante, se propone que el sitio del colono sea ocupado por los sujetos populares chilenos. Esta sería una forma de recompensar al connacional por las persecuciones y los maltratos de los que ha sido objeto. Las primeras novelas policiales criminalizan al inmigrante y absuelven al sujeto popular por los crímenes cometidos, con lo que se aspira a reconfigurar las cartas de ciudadanía del territorio.